Descubre cómo hacer agua de chía para aprovechar al máximo sus increíbles propiedades medicinales, te contamos además cómo consumirla, sus contraindicaciones y mucho más.
Primero ponemos en remojo durante 1 o 2 horas las semillas de chía en 2 tazas de agua (1/2 litro) hasta que suelten todo el mucílago.
Cuando se note muy bien su textura gelatinosa las semillas habrán multiplicado su volumen, en este entonces le agregamos el resto del agua y la miel.
Mezclamos muy bien para que se dispersen las semillas de chía y se integren los ingredientes. Si la vas a consumir sola puedes dejarla en este punto y llévala a la nevera para consumirla cuando esté fría.
Y si vas a agregarle el limón puedes exprimirle el zumo o cortarlo en finas rodajas y añadirlo al agua, reserva en la nevera hasta que esté bien fría. Bebe durante todo el día.