¿Es el aceite de coco realmente saludable? ¿Por qué muchos le llaman grasa milagrosa? ¿Para qué sirve el aceite de coco? ¿Cuáles son sus propiedades? Y ¿Qué desventajas tiene?
Cuando el mundo conoció la revisión de la Asociación Americana del Corazón (AHA) afirmando que el aceite de coco era una grasa saludable, mucho quedamos atónitos.
¿Cómo es posible que lo que nunca habíamos considerado como un alimento saludable de buenas a primera nos dijeran que es beneficioso para la salud?
Ahora el aceite de coco estaba dentro de la lista de las grasas más sanas, a pesar de estar lleno de grasas saturadas.
Pero ¿a qué se debe esta afirmación?, la AHA concluyó que consumir aceite de coco reducía el riesgo de enfermedad cardiaca debido que aumentaba el colesterol bueno (HDL).
Al ser una grasa saturada aumenta los niveles generales de colesterol en sangre, incluyendo el LDL o colesterol malo, pero contrarresta sus efectos al incrementar en mayor proporción los niveles de HDL.
De esta manera evitan el bloqueo de las arterias disminuyendo los riesgos de padecer enfermedades cardiovasculares.
A pesar de esto, la comunidad científica en general se muestra escéptica ante la recomendación de consumirlo por la carencia de suficientes estudios que demuestren que se trata de un superalimento.
Sin embargo, los beneficios del aceite de coco van a más allá y podemos disfrutar de ellos sin necesidad de consumirlo.
Ojo, esto no quiere decir que nos privemos de incluirlo en nuestra alimentación, sino que debemos hacerlo con moderación.
Con certeza, luego de leer lo anterior ya te estarás preguntado para qué sirve el aceite de coco.
Pues en los últimos años se ha vuelto una sustancia muy demandada y empleada tanto por los cocineros como en los salones de belleza.
Esto se debe a que sus usos son muy populares para tratar el rostro, el cabello, las uñas, la piel en general y aguanta mucho más el calor en comparación con otras grasas.
Por otra parte, gracias a que su composición está hecha en un 90 % triglicéridos de cadena media, garantiza elevados niveles de consumo energético.
Esto se debe a que los triglicéridos o ácidos grasos de cadena media son metabolizados de manera distinta a los de cadena larga.
Los triglicéridos presentes en el aceite de coco favorecen también el sistema cardiovascular, el cerebro y contribuyen a la adecuación del nivel lipídico.
Su consumo moderado contribuye a elevar el metabolismo de manera general y garantiza que nos sintamos saciados por más tiempo.
En cuanto a los beneficios que brinda para el sistema nervioso se asegura que contribuye a la prevención de la enfermedad de Alzheimer y la epilepsia.
El 50 % de su composición es de ácido láurico, lo que le brinda propiedades antibióticas y antifúngicas, por lo que puede ser empleado para evitar la propagación de virus, bacteria y hongos.
Contribuye además a la disminución de los niveles de colesterol malo y, por tanto, favorece la prevención de enfermedades cardiovasculares.
Su consumo se ha asociado también a la prevención de enfermedades crónicas como la hipertensión y la diabetes.
De igual modo, resulta favorecedor del sistema inmunitario, por lo que favorece la prevención de múltiples enfermedades.
Aunque muchos lo han convertido recientemente en un aliado para el mantenimiento de una dieta natural saludable, asegurando que ayuda a perder peso, aún no está comprobado científicamente este beneficio sobre su uso.
Luego de lo expuesto podemos resumir que las propiedades más significativas del aceite de coco son las siguientes:
• Energía 3693 kJ/898 kcal
• Grasas 99,6 g de las cuales:
– ácidos grasos saturados 93,9 g
– ácidos láuricos 55 g
– ácidos grasos monoinsaturados 5,1 g
– ácidos grasos poliinsaturados 0,7 g
• Hidratos de carbono 0,5 g de los cuales son azúcares 0,5 g
• Proteínas 0,3 g
• Sal< 0,01 g
• Fósforo (total)26,6 mg/kg
• Vitamina E1,8 mg/100 g
De igual manera podemos resumir los beneficios más importantes del aceite de coco:
Una de las maneras más empleadas para aprovechar los beneficios que brinda el aceite de coco es consumirlo en ayunas.
Consumir este óleo al comenzar el día nos garantiza la energía necesaria para enfrentar las tareas cotidianas y la sensación de sentirnos llenos por más tiempo.
Incluirlo en la dieta de esta manera también ha sido considerado un remedio muy eficaz para el tratamiento de problemas digestivos.
Un dato curioso es que, desde hace varios años, el consumo del aceite de coco en ayunas se ha convertido en un tratamiento muy popular para combatir las crisis de parasitismo.
Pero todas estas bondades y las anteriores se deben exclusivamente al tipo de aceite de coco empleado, ya que no todos son beneficios para la salud.
Existen tres tipos de aceite de coco empleados con gran frecuencia a nivel mundial: el orgánico, el virgen y el refinado.
Cada uno de ellos posee particularidades que lo hace más o menos recomendado para su consumo y empleo en la cosmética u otros usos.
Es el que se produce a partir de cocos cosechados por vía orgánica y no es sometido a procesos de refinamiento.
Es considerado la variedad más saludable y que mayores beneficios aporta para la salud.
Es producido a partir de cocos frescos y tampoco lleva incluidos procesos de refinamiento.
Así que de igual modo considerado un aceite saludable y favorecedor de la salud natural.
Por su parte, este tipo de aceite es producido a partir de cocos secos y se somete a procesos de refinamiento.
Estos procesos implican la presencia de químicos y elementos artificiales que pueden llegar a ser muy perjudiciales para la salud.
El consumo del aceite de coco está contraindicado en personas obesas o que padecen de colesterol alto.
Asimismo, los pacientes con disfunción hepática y reflujo también deben evitar a toda costa su consumo.
Por otra parte, entre los efectos secundarios del aceite de coco se encuentran los problemas intestinales causados por desequilibrio al consumirlo en exceso.
Como también puede llegar a afectar el sistema cardiovascular si no se consume con la debida moderación.
Además de las alergias cutáneas en personas con sensibilidad al aceite de coco pudiendo causarle hinchazón, urticaria, entre otros síntomas.
También posee algunas desventajas que se hace necesario conocer antes de comenzar a incluirlo en la alimentación.
En este sentido se destaca su fuerte y extravagante sabor, el cual puede cansar en pocos días y resulta muy difícil de eliminar o atenuar.
De igual modo se resalta el poderoso aroma que desprende cuando es empleado en la elaboración de platos y comidas, ya que este puede llegar a ser intolerable para muchos cuando se emplea con cierta frecuencia.
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